Mezcla de voces: consigue mezclar voces como un profesional

Conseguir mezclar las voces en tus tracks correctamente es uno de los principales “rompecabezas” más importantes para muchos productores musicales. Lograr que la voz suene clara, emocional e impactante dentro de una canción requiere de técnica, herramientas y sobre todo mucho criterio. Con esta breve guía aprenderás el paso a paso y consejos prácticos para conseguir una mezcla vocal profesional en tu propio home studio.
¿Por qué es tan importante la mezcla de voces en una canción?
La mezcla de voces consiste en procesar las pistas vocales grabadas e integrarlas con el resto de instrumentos y elementos dentro de una mezcla musical. Implica saber aplicar ecualización, compresión, efectos, automatización y llevar a cabo correctamente el balance general de volumen y de frecuencias. Hacer que la voz se escuche es sencillo, el problema radica en que se escuche con claridad y coherencia dentro de todo contexto de tu canción.
Una voz mal mezclada puede arruinar hasta la mejor canción e interpretación vocal. Puede estar opacada por el resto de elementos o sonar demasiado estridente, por ejemplo. Una buena mezcla vocal hará que tu oyente conecte emocionalmente con la canción de principio a fin y entienda perfectamente la letra.
Aparte de la propia inteligibilidad, muchas veces la mezcla de voces tiene un componente artístico decisivo. Pasamos de aplicar reglas técnicas a tomar decisiones creativas: ¿la voz debe ser voz íntima y cercana o sonar mucho más amplia y épica? ¿queremos que suene más seca y directo o envuelta en mucha reverb? Aprender a dominar la mezcla de voces te ayudará a que puedas transmitir emociones a los oyentes de una forma mucho más eficaz.

Preparación antes de mezclar voces
Antes de empezar con la mezcla de voces es esencial que preparares correctamente todas sus pistas. Si tus voces están mal grabadas o la sesión de mezcla está completamente desordenada es prácticamente imposible que consigas un resultado profesional. Lo primero es asegurarte de que todas las tomas vocales tienen calidad suficiente: sin ruido de fondo excesivo, sin distorsión y, sobre todo, con una buena interpretación por parte del cantante. Si la grabación no es correcta, no va a haber ningún plugin que pueda “salvarte”.
Una vez comprobado que las tomas son todas correctas deberás editar y organizar todas las pistas de voces. Esto implica alinear las pistas (sobre todo si hay armonías o voces dobladas) y eliminar ruidos (clics, pops o respiraciones excesivas). Tu DAW incluye herramientas para poder cortar y mover los fragmentos para ajustar tiempos y mejorar la cohesión de todas las voces. Además, existen herramientas como el “de-esser” que te ayudará a controlar las sibilancias molestas o que puedan desviar la atención de tus oyentes.
Es “impepinable” que organices correctamente todas las pistas (a poder ser de forma lógica…): edita la nomenclatura de la pista con la voz principal, los coros, las voces dobles, armonías, etc. Puedes agrupar las pistas usando carpetas y colores para mantener todo visualmente claro (la gran mayoría de DAW tienen estas funciones). Tener toda la sesión de mezcla ordenada te ahorrará tiempo, evitará que cometas errores innecesarios y mejorará tu enfoque durante la mezcla.
Por último, debes establecer una ganancia de entrada adecuada para cada pista. Tienes que asegurarte que ninguna satura y que todas tienen un volumen coherente con el resto de la mezcla. Este último proceso ayudará a que después puedas aplicar efectos de dinámica y de tiempo con mayor facilidad y eficacia.
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Ecualización: limpiar y resalta tus voces
Uno de los procesos más importantes al mezclar voces es ecualizarlas correctamente. El objetivo es eliminar frecuencias que estén causando problemas, resaltar las que aportan carácter y permitir que cada voz se integre armónicamente con el resto de elementos de la mezcla. No existen ajustes universales que puedas aplicar en todas tus canciones, pero sí hay ciertos patrones generales que puedes seguir.
- Usar un filtro de paso alto para eliminar las frecuencias graves innecesarias: Suele hacerse por debajo de los 80 Hz, aunque hay voces más graves que podrías empezar a recortar por debajo de 100 – 120 Hz. Esta limpieza evita que la voz interfiera con el bajo o el bombo y se mejore la claridad general de la mezcla. Después identifica frecuencias que “ensucian” el sonido, en torno a los 200 a 500 Hz, que es donde se acumula el efecto “cajón” o “embarrado”. Cuando reduces estas frecuencias, ganas definición.
- Busca frecuencias que mejoren la presencia de la voz: Realzar ligeramente entre 2 y 4 kHz aportará inteligibilidad a tus voces. Subir de forma sutil entre 5 y 12 kHz les añadirá “aire” y brillo (hay que ser sutil, en exceso la voz sonará demasiado artificial). También existe la posibilidad de aplicar una EQ dinámica con ciertos rangos de frecuencias, pero solo en los que dan problemas.
* Normalmente se usa una EQ para corregir las voces antes de la compresión y una EQ después de la compresión para “moldear” el sonido final de dichas voces.

Compresión vocal: controla la dinámica
Controlar la dinámica de las voces es un proceso realmente importante al mezclar voces. El objetivo es nivelar las variaciones de volumen que ocurren en la interpretación vocal para que suene constante a lo largo de toda la mezcla. La voz pasa a escucharse en todo momento y mejora la sensación de impacto y cercanía.
- Primera etapa de compresión: Lo más común es empezar con un compresor con un ratio moderado (entre 3:1 y 4:1) y un umbral (thresold) para que la compresión no actúe de forma constante sino cuando la voz sobrepase cierto nivel. El ataque debería ser relativamente lento (entre 10 y 30 ms) para que los transitorios (picos de señal) puedan pasar y se mantenga el carácter de la voz. La relajación (reléase) puede ajustarse más rápida (de 50 a 100 ms), o ajustarla al ritmo de tu canción.
- Segunda etapa de compresión (compresión en serie): Se puede usar para dar más cohesión. Esta compresión “moldea” el carácter general de la pista vocal.
* También puedes usar compresión paralela, mezclando la señal de la voz muy comprimida con la original. Así mantienes la naturalidad, pero ganas más cuerpo y presencia.

Efectos para mezclar voces
Utilizamos efectos en voces para hacerlas mucho más atractivas emocionalmente. La reverb y el delay son los dos efectos más usados, pero no son los únicos. El objetivo es estilizar tus voces, ubicarlas en el espacio sonoro dentro de la mezcla y dar sensación de profundidad.
- Reverberación: simula entornos acústicos. Puedes usar una Spring Reverb para dar brillo sin perder definición, o una Room Reverb para que sean voces más naturales. Siempre hay que controlar la cantidad de efecto, si aplicas demasiada reverb la voz suena lejana o difusa. Lo más común es usar buses auxiliares para aplicar reverb y poder controlarla de forma precisa. También se suele automatizar el efecto en función de la sección de la canción para que tu mezcla tenga más dinamismo.
- Delay: refuerza tus voces con repeticiones. Es común usar delays sincronizados con el tempo de tu canción y Ping-Pong Delay para aportar más ritmo y movimiento. Un Slapback Delay (con una sola repetición corta) puede dar más presencia a tu voz principal, por ejemplo.
* Puedes experimentar en ciertas frases con otros efectos como modulaciones, distorsión, chorus o micro-pitch shifting para aportar mayor carácter a tus pistas vocales.
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Consejos finales para lograr una mezcla vocal profesional
- Haz comparaciones A/B: Usa siempre tus oídos y haz cambios sutiles, comparando el antes y el después de forma constante.
- Ten una referencia sonora clara: Escucha canciones de tu mismo estilo y analiza cómo tratan las voces (volumen, efectos y espacio que ocupan en la mezcla). Estas referencias te ayudarán a tomar decisiones más acertadas.
- Toma descansos para evitar la fatiga auditiva: Es un consejo aplicable a la mezcla en general, pero también para la mezcla de voces. La escucha continuada provoca que perdamos el foco sonoro de nuestras mezclas.
- Usa automatización: Las secciones de tus canciones necesitan tratamientos vocales diferentes. Resalta ciertas palabras o frases, controla los niveles de los efectos en momentos específicos y ajusta la EQ si la interpretación del cantante cambia. Tu mezcla será menos plana y tendrá mucha más vida.
- Revisa la mezcla en diferentes sistemas de reproducción: auriculares, altavoces de estudio, el coche, el teléfono…Tendrás una visión más realista de cómo la escucharán tus voces tu público.